Está delante,
presiento, veo
no sé si los ojos me engañan,
parece en círculos mi caminar
que voy pisando mis huellas
pero he vuelto la cara
y todo lo que no quiero
se pierde en la distancia.
Si no me conociera
diría que no soy yo,
quien desarraiga memoria
quien tiene el haber y el debe a favor
con el balance que llevo ahora.
Si no me conociera
diría que no soy yo,
quien ahora elige el momento
quien crece hacia el interior
y al destino ha puesto un reto.
Si no me conociera
diría que no soy yo,
a quien bailan tristes las palabras
y cae una lágrima negra
de mi pluma resbalada.
Si no me conociera
diría que no soy yo,
quien ahora sé,
que ocupan un mismo espacio
que invade a oleadas el ánimo,
que conviven cada día
melancolía y alegría.
melancolía y alegría.
Mariant Iberi.
3 comentarios:
y cae una lagrima negra de mi pluma....que bella metafora,por eso digo sos poeta, y mujer,agradezco en mucho tus palabras, en mi blog, pero acaso los hombres,varones,aun cuando seamos personas, no doblegan,pegan,matan,discriminan...ya se no hay generalidades, pero a veces hay tanto dolor en las palabras, que percibo el dolor real de las mujeres, en sus poemas...
gracias y espero no te moleste,mi comentario...de una vieja militante de derechos
un abrazo enorme
lidia-la escriba
Gracias infinitas amiga, jamás podría enfadarme por una opinión. En cuanto a los hombres que pegan y humillan tienen mi desprecio, en mi Carta a Elisa lo dejé claro. Hablo de respetuo mutuo referido al trabajo, en la calle y en la convivencia diaria entre la gente de bien que son los únicos que con palabras podríamos entendernos, ante los bábaros me veo tan impotente como tú.
Un abrazo
Conviven cada día melancolía y alegría ocupando un mismo espacio, y que verdad.
Muy lindo.
Un abrazo.
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