viernes, 16 de abril de 2010

Andariega


Suspiros que escapan
al viento frío de madrugada
con el corazón abierto
y el alma lacerada.



La estrella de la mañana
va marcando el camino
 el retorno quiero
pero aún no puedo.



Una herida llevo sangrante
que provocó mi tormento
colmó mi desaliento
y marcó mi destino errante.



Un sendero me lleva
a confines inexplorados
se abre ante mis ojos
antes temerosos
 y ahora asombrados.

M. I.

2 comentarios:

Juana Infante dijo...

Misteriosas palabras del caminante inmerso en la busqueda, quizá crecer, quizá curar todas las heridas antes de retornar y comenzar de nuevo. Poema para pensar.

Unknown dijo...

Que te puedo decir de este poema, me identifiqué con él apenas lo leí.

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