Cabalga
el ánimo en tiempo estancado,
vaivén
de dulce esperanza
y
desencanto amargo,
a
tanto recorrido y a lo logrado
creí
que era mucho antaño
pero
para lo que ansiaba en realidad no es tanto.
Llora
mi otoño por el verano pasado,
no
hubo esplendor sino transcurrir callado,
el
viento de la desilusión arrastra sueños caídos
que
como hojas marchitas se enredan en mis pasos.
Levanto
la vista al azul estrellado
venus
me mira desde el mismo ángulo,
es
el mismo cielo
nada
ha cambiado
las
mismas estrellas que mis ilusión iluminaron,
es
el mismo cielo,
sin
nada en las manos,
no
puedo vivir sin sueños,
sin
ellos,
no
sé donde van mis pasos.
Mariant Iberi.
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