viernes, 25 de marzo de 2016

SOY...


La indiferencia de mi llegada 
y el mendigo de caricias esperadas.
Soy las fantasias que me evadían de una realidad ingrata
las carencias, las ausencias y mi refugio en la belleza.
Soy la inconsciencia del trascurrir de los años siempre en espera.
El despertad del amor, la utopía y la realidad que se mezclan.
Soy el desencanto que yerra
el don de la vida repetida surgida de la inconsistencia.
Soy el dolor que derribó los pilares de mi existencia
quien murió conmigo en la desesperación
 y renació junto a mi en la soledad serena.
Soy la morada que levanté descubriendo mi fuerza.
Quien me convirtió en lo que admiro y en lo que detesto.
Quien me desarraigó sentimientos para hacerme nueva.
Soy quien liberó la crispación de mis manos y las dejó abiertas
quien me iluminó la oscura senda.
Soy lo que quiero y lo que niego.
Soy mi luz y mis tinieblas
el hilo de la vida que jamás solté
el espejo donde al fin me reflejo.

Mariant Herrera

miércoles, 24 de febrero de 2016

EN MEMORIA



Susurra el viento
atravesando el muro
de la memoria del olvido,
sentada en la orilla
resbalan gotas saladas
por años perdidos.

Tu mirada en el reflejo líquido
en estas horas rotas,
en el púrpura de la tarde
me viene a visitar,
hoy que estoy viva
la muerte del recuerdo
enterrando para siempre
ahora sí, lo que fue sustento
trepada al pasado fuíste pilar
que me sostuvo
cuando amezaba con ceder la mente.


Exhalan los ultimos momentos
que te dedico,
ingrata se extingue la llama
y tu imagen se pierde en el crepúsculo,
me alejo de la orilla amarga,
abierta a la luz de la esperanza
en esta nueva vida
que ella me traza.

Mariant Íberi.




martes, 20 de octubre de 2015

No sé que hay tras el recodo del camino.




No sé que hay tras el recodo del camino,
he detenido el paso,
pesa el cansancio y la meta es incierta.

A veces miro atrás.
¿y si volviera?  
pregunto,
 no se puede desandar los pasos,
el pasado, 
el sendero andado
es tiempo consumido,
que como un reloj de arena
no admite giro.

No sé que hay tras el recodo del camino,
no me deja ver el horizonte,
flaquean las fuerzas,
se hace aún más abrupta la senda,
en estos momentos la marcha forzada
es una huida hacia delante.

Sigo caminando,
no,¿ porque?,
quizá la esperanza,
quizá el impulso me hizo dejar la ventana,
donde mirando la senda sólo soñaba.

No sé que hay tras el recodo del camino,
cumplir sueños fue causa y deseo
que me convirtió en andante,
paso cansado y lento
en lucha con el desaliento,
doblaré el recodo, 
no sé si encontraré la culminación de un anhelo,
espero al menos descubrir de nuevo,
el afán de perseguir un sueño.

                                      Mariant Herrera

martes, 1 de mayo de 2012

Ausente corazón


Mar de aguas agitadas,
pasos contenidos
miedos,
suspiros perdidos
ansiedad que busca diluirse
como la espuma en las rocas.

Se riza mi pelo en la brisa
me trae ecos de tu risa,
te dibuja el viento en las nubes.
¿Porque ahora cuando eras ya olvido
y dentro de mi no latías?

Como Fénix resurge este sentir de las cenizas
elevando de nuevo el muro de recuerdos
que fue ancla que paralizó mi vida,
la llenó de esperas,
de horas doloridas,
años de memoria
que ya fueron despedida.

No hay pasos atrás
me juré a mi misma,
te amputé del recuerdo
y el corazón que por tí moría.
He llevado la mano al pecho,
no sé porque duele
si es una cavidad vacía.

Mariant Íberi.

domingo, 24 de octubre de 2010

`Mi noviembre.


Noviembre en sombras
entre hojas muertas
se pierden mis pasos,
frondas amarillas arrastra
un viento helado
que se lleva mi rabia.

Hálito de alegría extraña
caballos de sueños
me galopan el alma,
anochecer otoñal
en una orilla desolada,
mis manos aladas
acarician estrellas
que en un cielo azul
como mariposas sutiles
guiñan en la distancia
mientras escucho
la canción del agua
y mi noche se mece
al son de su tonada,
se hace eco la luna
retornándome
a inocencias olvidadas.

Ay, mi noviembre sereno
y sigue el día en calma,
amanece claro,
soltó amarras el corazón
pero la mar me llama,
viene limpia la brisa
no trae penas cansadas
cambié el atardecer
por el nacer del alba.

Viejos caminos recorro
sin memoria en las pisadas
mis pies ya no siguen
huellas marcadas,
las olas las va borrando
cuando vuelvo la mirada,
virgen está la orilla
llena de estelas doradas
luz, agua y arena

vestidas de gala estrenan
mi ilusión renovada,
el despertad de mi tiempo,
ese que ya me tocaba,
solo ojos nuevos
miran mi mañana.

Mariant iberi.

lunes, 27 de septiembre de 2010

He encontrado una rosa...



He encontrado una rosa,
mostrando su belleza,

despierta emocionada en mi
con su hálito de hermosura breve
una abstracción que alivia la apatía,
el paso melancólico que traía.

Se ha adormecido mi espíritu
en su contemplación atrapado,
misterio en el que me he perdido,
no he sentido las espinas en mi mano
cuando la he tomado
con indiferencia
como ajena a mi
he mirado la sangre
y la arena de carmesí
se ha manchado.

Mariant Íberi.

viernes, 13 de agosto de 2010

Tu sonrisa


Encontré tu sonrisa
y el paisaje se llenó de brisa cálida
mi cuerpo tatuado de pesares y vivencias
anillado de deseos y ausencias
volvió sobre sus pasos.

Ojos antes doloridos
de otear horizontes
contemplaron la esperanza
y pasé a tu lado
quizá me presentiste
leves y sutiles se cruzaron las miradas
se detuvo el tiempo
eternidad rozada
continué mi camino
me seguiste a casa
tuve la certeza que en nuestras miradas
nos vimos el alma,
extendí mi mano
caricia de promesas.
Tu sonrisa despertó
el corazón que hiberna.

M. Íberi.

Desde la ventana.


Deterse y contemplar,
dejar que sea la mirada, la impresión,
la que busque palabras sin inducción.

Ajena a la voluntad mi ánimo languidece
 con la tarde que se marcha
 mientras suenan lejanas las voces infantiles en la plaza,
levanto la vista al cielo y una luna creciente aparece
y una solitaria estrella la acompaña.
Mi mente desvaída intenta no pensar en nada
y sigo asomada en la ventana.

Una música suave mece
este instante de serena calma,
una anciana cruza la calle con el paso cansado
de quien no va a ninguna parte
de quien ya no espera nada.
De pronto un halo melancólico
en mí mirándola
se ha unido a las sombras de la noche que avanza,
quizá porque pasa la vida ante mi ventana.

M. Íberi.

domingo, 27 de junio de 2010

Promesas


Ahora es pólvora mojada el lamento
ya no queda tanto pendiente
y los errores no persiguen
sentires latentes.

Y aunque cae la tarde con colores cenicientos
el dolor como polvo del camino queda,
aunque este en páramo yermo
el corazón desnudo,
sigo sobreviviendo a las horas grises
entre el amanecer y las tinieblas
donde libra la batalla el alma
pero ya no se derrota sola,
ya no son tantos los intentos
pese a la duda que asoma
que golpeaba tanto antes
como materia solida.

Ahora me grita una voz dentro,
en esta libertad que siento
que se abre paso
en mi mente caótica,
trae razones de promesas
de universos expandidos
donde no habitaran
ni el miedo ni las sombras
para fundirme en una orilla
para conocer del amor
algo mas que las espinas.

Mariant Iberi.

lunes, 7 de junio de 2010

Rumbo fijo.


Tu el camino y yo lo sigo,
tu presencia intangible
siguiendo tus huellas
abandoné mi morada,
crucé el mar
y rompí el destino
aferrada al amor en la distancia
sabiendo que nunca arribaría a alcanzarte
y sabiendo no puedo dejarte
si no te siguiera
me quedaría sin nada.
Heme aquí
en el barco que dirijo
hacia la luz del faro,
rumbo fijo,
sabiendo y no evitando
que antes de llegar
me estrellaré en los riscos,
y aún sabiendo mantengo rumbo,
si cambiara sería deriva
el fin en la espuma
o mar infortunada,
no puedo,
si cambio el rumbo
me quedaría sin nada.

Mariant Iberi.

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