Caminar lento,
sereno, sin prisas
sin rumbo cierto,
sólo siguiendo la orilla,
pensamientos que vagan
mecidos por la brisa.
Miro atrás un momento
voy dejando huellas,
huellas apenas marcadas
dibujadas en la arena.
Más allá
las olas las va borrando
mensaje sutil
de mi leve paso.
Un mar de plata
con estelas doradas
espectáculo sublime
del crepúsculo
que provoca,
no sé porque
melancólica tristeza.
Mis ojos fijos en la lentitud
de la esfera naranja
que se hunde poco a poco
como buscando cobijo.
La brisa se ha transformado
en suave viento frío,
la humedad va calando.
Cruzo mis brazos
buscando algo de abrigo.
El sol ya se ha ocultado,
sólo trazos añiles y amarillos
separan la línea gris del mar.
Una luz difusa desdibuja contornos,
giro sobre mis pasos
dejando otras huellas,
ya no puedo verlas
pero como las otras
las borrará la marea.
Mariant Íberi
6 comentarios:
Me he sentido frente al mar contemplando este crepúsculo.Hermoso, de verdad.
Que grato este paseo y la reflexión de la levedad del paso.Lindas palabras.
Un gran abrazo.
Que paseo más exquisito he dado contigo.
Besos
Davinia.
Muchas gracias a todas por vuestras palabras.
Un abrazo.
Las huellas las borra el agua, pero el agua no puede con todo, te lo dice un pirata
Gracias a todos incluído el anónimo.
Un abrazo
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